Roy (el replicante de Blade Runner): "Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad?. Es lo que significa ser esclavo [...] Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir."
G.W.F. Hegel (en Fenomenología del Espíritu, en la sección dedicada a La verdad de la certeza de sí mismo, dentro de Autoconciencia): "En esta experiencia resulta para la autoconciencia que la vida es para ella algo tan esencial como la pura autoconciencia. En la autoconciencia inmediata, el simple yo es el objeto absoluto, pero que es para nosotros o en sí la mediación absoluta y que tiene como momento esencial la independencia subsistente. La disolución de aquella unidad simple es el resultado de la primera experiencia; mediante ella, se ponen una autoconciencia pura y una conciencia, que no es puramente para sí sino para otra, es decir, como conciencia que es o conciencia en la figura de la coseidad. Ambos momentos son esenciales; pero, como son, al comienzo, desiguales y opuestos y su reflexión en la unidad no se ha logrado aún, tenemos que estos dos momentos son como dos figuras contrapuestas de la conciencia: una es la conciencia independiente que tiene por esencia el ser para sí, otra la conciencia dependiente, cuya esencia es la vida o el ser para otro; la primera es el señor, la segunda el siervo."
Tras introducir conceptos como vida y apetencia, Hegel pasa a analizar la dialéctica entre el señorío y la servidumbre como lugar de inicio del reconocimiento del otro imprescindible para el surgimiento de la autoconciencia. Al analizar la posición del siervo, el temor, se abre el gran tema de la filosofía existencial que tanto éxito tendrá posteriormente (Heidegger, Sartre y otros): "[...] esta conciencia se ha sentido angustiada no por esto o por aquello, no por este o por aquel instante, sino por su esencia entera, pues ha sentido el miedo de la muerte, del señor absoluto. Ello la ha disuelto interiormente, la ha hecho temblar en sí misma y ha hecho estremecerse cuanto había en ella de fijo. Pero este movimiento universal puro, la fluidificación absoluta de toda subsistencia es la esencia simple de la autoconciencia, la absoluta negatividad, el puro ser para sí, que es así en esta conciencia [...]".
Hegel abre la perspectiva de la finitud y con ello inaugura la filosofía contemporánea. El esclavo Roy, en el temblor de la muerte, nos muestra lo que es hoy ser humano.