domingo, 13 de septiembre de 2009

JUAN NADIE (CINECLUB.52) + LOS ENEMIGOS DEL COMERCIO

La película de Frank Capra titulada Meet John Doe (Juan Nadie), de 1941, puede ser vista hoy como una preparación de su conocido clásico navideño de 1946, It's a wonderful life (¡Qué bello es vivir!): George Bailey encaja perfectamente en el tipo psicosocial de los miembros de los clubs Juan Nadie, y el banquero H. F. Potter es el alter ego del magnate D. B. Norton. Ambas obras trabajan sobre el fascinante y difícil tema de las personas que sobran, aunque para evitar su dureza el cine habitualmente plantea el asunto desde la perspectiva del sentimiento y no de la realidad. Así, para Capra, frente a un mundo inmenso dominado por los intereses de los poderosos, las personas que "sienten" que sobran aparecen finalmente como imprescindibles en un plano de trascendencia moral. Por el contrario, el libro de Antonio Escohotado titulado Los enemigos del comercio (Historia de las ideas sobre la propiedad privada, I.Antes de Marx), editado por Espasa, analiza las ideas asociadas al excedente de personas que generan los procesos económicos desde el punto de vista contrario, anteponiendo el realismo al sentimiento. En el momento económico actual, dominado por un colapso del mercado laboral, resulta muy interesante contraponer ambos planteamientos.
La solución sentimental suele derivar en religiones de salvación, donde una supuesta superioridad moral del oprimido será recompensada en una también supuesta vida futura, operando una inversión ética que deriva en la extraña ecuación según la cual el mérito es no tener mérito. Las consecuencias económicas de este planteamiento, y del feed-back que genera, son evidentes: si tomamos como ejemplo modélico de esta tendencia el pobrismo, en el que podemos incluir la secta ebionita de la que formaba parte Jesús, que fue la respuesta triunfante a la crisis de productividad de la economía esclavista del Imperio Romano, tendremos como ejemplo de sus consecuencias la Edad Media (quien piense que fue una buena época que se lo haga mirar), con su falta de libertad y su miseria material.
En las películas de Capra, la solución propuesta se corresponde con el mensaje cristiano, y si bien en Meet John Doe se esconde a ratos tras discursos laicos, el plano final de las campanas anunciando la Navidad resulta revelador. Este tipo de discursos pseudoreligiosos ha lastrado el análisis realista de los problemas socioeconómicos con el estigma de carecer de valores o sentimientos (como si un análisis serio pudiera tenerlos). Si triunfan, la productividad volverá a ser considerada una amenaza, con todas sus consecuencias.

1 comentario:

  1. Durante siglos cuando las cosas han venido mal dadas, como el momento que actualmente vivimos, la gente suele aferrarse al poder divino porque es una válvula de escape o terapia para los problemas a los que se tienen que enfrentar y el poder político no sabe o no quiere solucionar. ¡¡¡ Cuidado!!! Con esto no quiero decir que hay un ser superior que resuelve los problemas del mundo.

    Personalmente pienso que la película esta completamente edulcorada, pero cuando la gente va al cine quiere que las películas acaben bien, pues bastantes problemas tienen es sus vidas diarias.

    En diciembre de 1941 nuestros amigos los yanquis recibieron el ataque de Pearl Harbor y días después la Alemania nazi declaró oficialmente la guerra. Así que la mejor manera de tener entretenida a la población era proyectando este tipo de películas donde el bien supera al mal y el pueblo llano vence al poderoso.

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